viernes, 21 de mayo de 2010

Caminito de recuerdos

En el barrio de Shinjuku se esconde un laberinto de calles antiguas, bajo enmarañados cables de electricidad con comederos de este estilo en los que la estrella es el Yakitori, los pinchos de carne, cerdo y vegetales cocidos al carbón.
Es una oportunidad para compartir mesa con japoneses, que se sientan a comer solos después de salir del trabajo.

Le agregan una salsa parecida a la teriyaki pero un poco más ligera. Con una botella de sake resulta una manera de "comezar" una cena que puede extender por otro de estos comederos (algunos tienen barras de sushi o noodles).

Este espectáculo tiene lugar en un callejón paralelo a calle repletas de neón y alta tecnología.

Unos ricos pinchos con los que disfrutar la "oscuridad"de Tokio, que también la tiene y es igual de fascinante que sus zona de luces y colores.

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