jueves, 23 de diciembre de 2010

¡Hallacas!

La verdad es que no me gusta andar diciendo dónde nací, creo que los nacionalismos hacen mucho daño pero debo admitir que pocas palabras me emocionan tanto como "Venezuela". Y quiero creer que un país es más que sus circunstancias y debo decir que ese país cuya nombre me suena a mujer buenamoza me sigue resultando fascinante y más cuando se analiza a la distancia. Aquí les presento el plato típico de las navidades de por esos lares, consiste en una masa de maíz que se sazona con onoto, que es el mismo colorante con el que los indígenas se pintaban la cara (en México lo llaman Achiote) que se coloca sobre una hoja de plátano que cabe decir es uno de los instrumentos más sofisticados para servir la comida, además -quién lo iba a decir- de los más ecológicos. Que se rellena de un guiso en el que está presente el aporte europeo, que lleva gallina, cerdo y res. Que además incluye sabores tan lejanos del caribe como el de las aceitunas, las alcaparras, las nueces, las uvas pasas y hasta los piñones. Que se endulza con el sabor único que le da el ají dulce, un pequeño ejemplar naranja que curiosamente no pica y compite con el pimiento en sabor (y que parece que sólo se consigue en esa tierra bendita) y con lo que nosotros llamamos "papelón" que es la pasta de la melaza de la caña de azúcar con la que un café expresso se convierte en gloria. La hallaca entonces esconden un guiso medio dulzón como buena parte de nuestra cocina (por eso dicen que somos tan alborotados). Este año fui invitada al primer concurso de hallacas en Madrid, debo decir que todo un reto tuvieron los concursantes para conseguir todos los ingredientes. Ese día acuñé el término de Hallacas de Ida y Vuelta pues las hallacas en España una vez que se hace lo impensable para conseguir el ají dulce y el papelón (de lo más complejo en conseguir aquí) y el onoto porque con Carmencita No quedan bien (saben a paella), quedan riquísimas gracias al maravilloso género que se consigue por estos lares. Después de probar 20 hallacas no sé si por la nostalgia o porla locura temporal de la indigestión pensé que los venezolanos somos multisápidos como las hallacas por eso nos ha costado tanto entendernos, ojalá que como el guiso consigamos una armonía de sabores y -cómo no- terminemos como termina este plato en el paladar, en santa paz. Aquí va la preparación de las hallacas de las cocinera Claudia Bertorelli Párraga, una amiga que he hecho aquí, pero seguramente llevamos varias vidas encontrándonos...

Primero extender la masa de maíz sobre la hoja de plátano tiene que quedar casi transparente para que luego al envolverse quede fino...

Se agrega el guiso y se dobla después de cubrirlo con otra hoja de plátano, se amarra como un regalo con pabilo...

Y así se van sumando una a una, esa tarde hicimos casi 200, yo realmente ayudé a "ensamblar" porque el guiso lleva practicamente un día en hacerse y como las buenas cosas de la vida, debe reposar...

Luego se cocen en agua caliente unos 45 minutos, el tiempo que le da a la masa a cocerse y al guiso a entenderse con ella, hasta que consiguen un matrimonio perfecto...

El proceso asegura que luego cuando se vuelvan a calentar ya los sabores estén afianzados, anteriormente la noche de navidad se volvían a meter en agua caliente, ahora hemos visto que aunque parecía una aberración, lo mejor es calentarlas en el microondas pues de esa manera se pierde menos el sabor de la masa que cabe destacar se amasó con el caldo restante de las carnes que se cocieron...

Hay que probarlas, las abrimos y las cortamos en pedacitos, debo decir que estas son las mejores sin duda que he probado en mi vida, que desde este día me reconcilio con estos sabores y que el año que viene haré mis primeras hallacas, es casi que un ritual de iniciación, no me atrevía pues recuerdo que me inspiraba muchísimo respeto pero creo que ya estoy preparada y especialmente tengo lo más importante una familia (aunque pequeñita por ahora) por estos lares sin la que la preparación de este platos perdería sentido...

El primer bocado en el que se aprecian la mayoría de los ingredientes, es por supuesto, una comida completa, aunque por aquello de los excesos navideños se combina con otras cosillas, sobrantes desde mi punto de vista...

Otro de los rituales "limpiar" la olla donde estuvo el guiso, "hacer barquitos" como dicen en España, aquí toda una institución...

El onot merecía un close up, este sltó su color en aceite de oliva sazonado con morcilla de Burgos, ajo y hasta un hueso de cerdo ibérico, gastronomía de "allá y acá" justamente de dónde viene el nombre de Hallaca. Los indios llegaban a las cocinas de los "colonos" con la masa de maíz y le decían que le pusiera de las sobras encima y con señas decían "allá, acá" y de ahí nace el nombre...

Este frasco vale oro!! una vez Elena Arzak de viaje a Venezuela me dijo: "es fascinante este colorante porque de los que conozco son de los pocos que es capaz de dar color sin imprimir sabor" yo siempre tengo un frasco en mi colección de especies, creo que espera cómplice al día que me anime a hacer mis primeras hallacas, el 2011 ya tiene un excelente razón para comenzar...

Claudia vendió casi todas sus hallacas, le quedaron 20 y me ha dicho que le ayude a venderlas, yo que si no hay un proyecto de 20 páginas de por medio no me atrevo a venderle nada a nadie le dije que la ayudaría, se me courre dejar su teléfono y su mail por aquí, cuestan 8 euros cada una, una cantidad casi que simbólica después del trabajón, el otro día se las llevamos a Gabriela Llamas de la Academia Española de Gastronomía y ls saborió como una niña que descubre un nuevo sabor, les encantaron, eso me hizo pensar que algún gourmand que me lea se anime, prometemos llevarle una pizca de un picante del Amazonas que estuve a punto de robarme de la casa de Claudia, y también le prometemos que su paladar entrará a una nueva dimensión, a los venezolanos que ya han probado las hallacas les digo exacamente lo mismo. Un abrazo, Felíz Navidad,
Claudia Bertorelli Párraga: 913328906
claudiabertorelli@hotmail.com


miércoles, 22 de diciembre de 2010

La Taberna del capitán Alatriste

Me encanta la zona de La Latina en Madrid porque si hay algo que me ha encantado adoptar de este país ha sido la costumbre maravillosa de "tapear", mi estómago ha pasado años resentido y me sienta muy bien comer de a poco bocados y dejando un tiempo considerable para digerirlos, esto me lo facilita lo de "ir de tapas" porque además, aunque pocos me crean tomar vino entre comidas es algo que curiosamente hace que la comida parezca menos copiosa. No obstante, los último domingos que he pasado por La Latina lo que me he topado es con un montón de gente que lo usa ahora de "affer hour" y lo importante ahora son las copas y no la comida, con lo cual antiguos "obligados" como Juana La Loca se tareven a eclipsar sus otroras maravillosas tapas por complacer a los alcohólicos de fin de semana...una lástima, lo otro de lo que me percarto es que aún sigue siendo un lugar obligado para las familias que comparten los almuerzos de domingo y pues si bien es una costumbre que más por tener mi familia muy lejos que porque no me guste no he adoptado porque me parece genial. La Taberna Alatriste es perfecta para esto, grandes mesas, espacios para no fumadores y bueno, lo más importantes la comida deliciosa...entremos para que la conozcan:


El pan que nos recibe, si bien no es de los mejores que he probado en mi vida, estaba rico, una pena que sea de un sólo tipo...

Este si que es "el vino de la casa" me encanta la customización total de esta taberna que nos envolvió entre sus columnas del siglo XVIII, hay que decir que su ubicación corresponde a lo que se conoce como el Madrid de los Austrias...

Torreznos también conocidos como chicharrones, parte del aprovechamiento total que hacen del cerdo por estos lares, para que estén buenos deben estar correctamente fritos y con el equilibrio perfecto entre grasa y carne...

Claro que merecen un close up...hay bares temáticos de este platos, de hecho, desde mi ventana veo uno que se llama (muy originalmente escogido el nombre)Bar Torreznos, ha sido un gran descubrimiento...

Pimientos del piquillo, lo mejor es cuando se distingue el sabor real de los que han sido elaborados artesanalmente, dulces y con su toque de ajo, perfecto para acompañar casi cualquier plato, una manera genial de comer vegetales y uno de los productos más nobles de la gastronomía castiza, los de esta taberna, de los mejores...

Las migas, hayq ue decir que es comida que saltó del campo a las mesas, los que trabajan la tierra mojaban el pan viejos y lo sazonaban con pimientos, chorizo, si había suerte huevo y hasta uvas, me encantan las migas y su versión con pan blando...

Este plato me encantó, son fideos a la marinera, quedan tostaditos y con el sabor de los mariscos impregnados, además con ese toque crocante que le da ese "quemaito"...

Lo prefiero a la paella, debe ser porque la pasta absorve más los sabores del arroz y todo queda súper "gustoso", por eso le tomé este close up y porque iré con mi familia a ver si esto les ayuda a superar su adicción a la paella...

Costillas de cordero, perdonen el flash pero es que estábamos comiendo en una cúpula de piedras subterránea, como se puede disfrutar en muchos restaurantes del centro de Madrid. Estas son originales del Siglo XVI construidas con el material de la muralla árabe que sirvió para rellenar el antiguo foso defensivo de la ciudad...

Este postre maravilloso es una especie de hojaldre con crema pastelera maravilloso, me recordó a las obleas pero el sabor es superior, definitvamente una comida deliciosa, regada de mucho vino en mi casa y con una conversacion fascinante

El postre sirvió para afianzar los lazos con algunos de los otros ganadores del concurso de Pepe Travel, que consistía en escribir un itinerario imaginario por Madrid (he publicado el mío en un post anterior aquí)yo no gané el premio final pero me gané estar sentada con los otros participantes, la mayoría blogeros de viajes, toda una fortuna estar como bloguera gastronómica entre chicos que como mínimo le han dado la vuelta al mundo una vez, me hizo pensar que una buena compañía puede hacer de un restaurante el mejor del mundo...

Gracias a la gente de Pepe Travel y a la de Turismo de Madrid por esta invitación, yo felíz de compartir con tantos blogueros famosos del star system blogosfórico aquí les dejo algunos blogs que les encantará visitar para viajar con las millas del ratón: wwww.voyainternet.com, www.fotonazos.es, www.3viajesaldia.com, www.flapyinjapan.com, www.pakgoesto.com y www.vagamundos.net

domingo, 19 de diciembre de 2010

Comedor Hare Krishna en Madrid

Hace mucho que no entraba en contacto con una de las religiones que desde siempre me ha fascinado: Los adoradores de Krisna, sus cantos, su manera de aproximarse a la realidad me atraen y especialmente lo de integrar la comida a sus rituales, de hecho, he terminado por pensar que no es posible ua conexión con Dios sin considerar el alimento como pieza fundamental. Los Krisnas ofrecen lo que llaman el Prasada o el alimento ofrecido a la deidad, una festín vegetariano maravilloso. En Madrid encontré este reducto del que me he vuelto fan, por su limpieza, porque es un espacio en el que naturalmente hablas bajo, en el que sientes una paz que no logras explicar y en el que te sientes cómplices de una necesidad que de momento, no se explicar. Queda en la Calle Espíritu Santo 14, muy cerca del Metro Tribunal, cuesta 5 euros comer, se puede repetir las veces que se quiera, la comida se sirve a partir de las 15:30 pero si se llega antes se disfrutan de los cantos y es posible enterarse de las actividades del centro. Una delicia de espacio, de gente y un lugar obligado para los amantes de la vida.
Me encanta escuchar los cantos Hare Krishna, me dan muchísima paz y ¿qué mejor que escucharlos antes de un banquete vegetariano auténtico?

El salón con luz natural y cojines para sentarse, curioso cómo seva llenando de gente que incluso va sola a buscar un poco de paz, también tienen algunas mesas para los menos atrevidos...

La comida bendecida como benditas deben estar las manos de los cocineros, delicias vegetarianas con una sazón maravillosa, tofu, seitán, ensalada de lechugas y lo mejor: una torta de pan única. Se acompaña de te tibio que ayuda a la digestión y del que tal como la comida se puede repetir todas las veces que se quiera y pueda, yo sólo pude apenas terminar este plato.

Es un lugar hermoso con imágenes como esta que lo decoran, lo mejor es el pan que se puede comprar para llevar, uno de los mejores de la ciudad, a veces sólo quiero pasarme por allí para comprarlo y por qué no? escuchar algunos mantras que me ayuden a liberar el estress y a pensar que hay algo superior y que no es necesario que nos agobiemos en explicarlo.

les dejo la dirección: Calle Espiritu Santo 18, muy cerca del metro Tribunal. Recuerden que empiezan a servir a las 3 y media de la tarde, perfecto entonces para los que tienen horario partido los viernes...

viernes, 17 de diciembre de 2010

¡Hamburguesas! Peggy Sue

Quien me conoce sabe que amo las hamburguesas, en Madrid he contado con dos fortunas, las hamburguesas de diseño y las pequeñas porciones, dos elementos que mi paladar y mi delicado estómago agradecen. En este blog siempre encontraán un guiño a este plato maravilloso que por simple y "friendly" es un clásico de la gastronomía mundial. Aquí las de Peggy Sue una cadena inspirada en los años 50, con una decoración muy divertida y con algunas especliadades interesantes como la que lleva el nombre del local con salsa de pepinillos dulces, ¡está buenísima!Primero papas fritas extrañamente cónicas para empezar...
Otroa clásico: ensalada de col nadando en mayonesa... Una hamburguesa con bacón, cebollas semi caramelizada, queso...cositas varias, deliciosas

La peggy Sue con sus pepinillos, imperdonable echarle mostaza o ketchup pero para los que les gusta destrozar las hamburguesas están a su disposición en la mesa...

El ambiente es probablemente lo más agradable, además de que es un espacio libre de humos y seguro que alos niños les encantará estar allí y comer una hamburguesas que se parecen a las de plásticos que también adoran pero que al menos parece bastante más saludables

martes, 14 de diciembre de 2010

¡Soy finalista del concurso de Pepe Travel!

Hace unos días me sumé a la convocatoria que hizo la empresa Pepe Travel para realizar un recorrido imaginario por Madrid, los 10 finalistas (sólo 10 wao!) fuimos elegido para pisar algunos de los puntos de la ciudad que sugerimos. Este sábado estaremos paseando con ellos, antes quisiera compartir el intinerario que me ha hecho (así me siento ya) ganadora...aquí va...
Recorrido con aires gastronómicos para concurso de Pepe Travel by Helen López
@circulosdefuego

El punto de encuentro será Viena La Crem en la Calle Brígida 6. Allí comenzamos con un ligero desayuno a base de una degustación de panes que este obrador tiene a bien ofrecer a todo el que le apetezca escudriñar en los secretos de la panadería de antaño. Luego comenzaremos a caminar hasta la Calle Mejía Lejerica1 buscando tesoros y nada mejor que ir a buscar el oro líquido de España en la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero. Se trata de una tienda que es la vitrina de la fundación que promueve el consumo de aceite de oliva, allí disfrutaremos de una breve cata no sin antes caer rendidos ante algunas de las ciento de variedades de zumos de oliva de toda España. Posteriormente nos dirigiremos a Poncelet, en la Calle Argensola 27 un mundo soñado para los amantes del queso con sus variedades que abarcan una veintena de países, suelen hacer degustaciones y allí estamos probando quesos de cabra, de oveja, curados, semicurados… junto a los confit de violetas, arándanos y hasta las más osadas de champán que servirán para abrir el apetito. Buena ocasión para llevar a casa una colección de miniaturas para compartir con los amigos. Ya con las papilas lo suficientemente animadas nos iremos a la Calle Génova dónde apostaremos por un surtido de las tapas más famosas del Lizarrán y descubrimos por qué sus croquetas llegan cada día a complacer paladares tan remotos como los chinos. ¿A qué apetece un café? Pues mejor si lo acompañamos de un bombón de diseño y para ese antojo hay un lugar: el Cacao Sampaka en la Calle Oreyana 4.

Con el estómago lleno ya podemos perdernos entre las maravillas de A Punto, una joya de librería especializada en el tema que nos compete. Libros de cocina de todo el mundo nos distraerán un buen rato hasta que la tentación de ver uno de esos guapos ejemplares de colección adornando nuestra despensa o biblioteca nos haga seguir sumando peso a nuestro bolso. Pero el peso es lo de menos cuando estamos en una ciudad como Madrid en la que apetece caminar y eso es lo que hacemos. Justo cuando andamos cruzando la calle Fuencarral callejeamos un poco buscando la calle Valverde y allí en el número 42 está July, una andaluza que estuvo una temporada en Londres de donde se vino enamorada del curry y el cardamomo, en su tienda centrada en especies aprovechamos para enterarnos de diferencias entre pimientas rosa y negra y de quedarnos perplejos con unos capullos que se transforman en hermosas flores en cuanto los bañamos de agua caliente. ¡Pura magia! y lo mejor es el resultado, un té tan delicioso como vistoso. Nos vamos con la nariz y la lengua alborotados, nada mejor que caminar para uno de los encuentros más hermosos, el que se tiene con la Gran Vía. Allí robando protagonismo a los años de historia están las luces de leed del edificio de Telefónica. La complicidad, el consumo o simplemente los destello nos llevan hasta su interior y aunque ya lo hayamos visto, mola reproducir una vez más lo que han llamado la casa del futuro ¿jugar videojuegos en 3D? Pues ¿por qué no? Y ya cuando no quede gadget sin probar nos largamos. Es de noche y empieza el espectáculo de gente que sale de su trabajo y le apetece probar las mieles de la nocturnidad. Sol y su cruce de personajes es un buen punto para hacer una parada y simplemente, contemplar. Si hay suerte podremos hasta ver a Madrid a través de pompas de jabón gigantes…

Hay una última cita y hace rato que los bombones y el café quedaron atrás. ¿Comer de nuevo? ¡Pues si! Y nos vamos al Museo del Pan Gallego en la Plaza Herradores 9. Si bien el olor a las empanadas y los panes recién hechos tientan decidimos mejor cogerlos en una bolsa y llevarlos como si fuésemos de excursión. Así lo hacemos y cuando nos disponemos a contemplar la ciudad desde la otra punta alguien menciona La Casa de las Setas, dos cuadras más y estamos en la Plaza Conde de Miranda 4 y allí nos hacemos con polvo de shitake para un risotto, una bolsa de tomates secos y un surtido que incluye trompeta, níscalos y boletus con su respectiva asesoría sobre cómo cocinarlas, mañana será otro día de homenajes. El mercado de San Miguel tienta pero lo dejamos para otra visita, alguien insiste con las ostras pero hay panes y empanadas esperando por el momento en el que nos acostemos a ver las estrellas. El metro es nuestro destino, el recorrido es largo nos da tiempo de conversar de todo lo que vimos y comimos. Alguno saca de nuevo su libro para verlo, otro prefieren oler sus setas, alguno abre el té que compró en la tienda de especies. Nuestra última parada es Begoña, las nuevas torres de Madrid se convierten en un espectáculo urbano que obliga a subir la vista constantemente. Pero el show de agua y luces nos distrae como niños. Sacamos las empanadas gallegas y nos peleamos por probar todos la única empanada de bacalao y uvas pasas que vino en la bolsa. Hay un parque de niños que tiene una peculiar atracción, una silla circular que gira a varias alturas. Es divertido –cómo no- sobretodo sentir el cielo de la ciudad como un gran lienzo, allá está la luna y ya que estamos a ver… ¿quien ve el conejito?


Para saber más del concurso: http://blogpepetravel.wordpress.com/2010/11/30/recorriendo-madrid-con-pepe-y-los-bloggers-de-viaje/

martes, 7 de diciembre de 2010

Restaurante Tulipán, coreano en Madrid

Un bar típico español precede el restaurante Gayagum, uno de los poco coreanos que existen en la ciudad de Madrid, este nos ha sorprendido por la atención en primer lugar, maravillosa gracias a un mesero de Bangladesh pero enterado de todo el asunto coreano y después por su exquisita comida. No hay carta, se sirve una degustación diaria diferente cada día, a los iniciados se le sugiere carne al fuego (desafortunamante no directo), Bibimbaud, el arroz con vegetales y jenigibre rojo y tallarines con algas. Aquí el comienzo con los apertivos tan característicos de esta comida en la que se mezclan germinados y vegetales encurtidos....
Un festín de sabores para preparar el paladar...
Una gyosas con carne deliciosas, se siente el legado de la huerta que los dueños han instalados para replicar en suelo ibérico los vegetales de por esos lados...
Caquis confitados y picantes...
Cacahuetes endulzados...
La estrella de esta cocina, el Kimshi, col ligeramente fermentada y sazonada y ¡claro que pica!
Nabo encurtido...
Soja cocida y sazonada...
Setas encurtidas...
Pescadito dulzón...
Carne asopada en una mezcla de caldo de vegetales con mirin...deliciosa!
Tallarines de gelatina de arroz con algas y vegetales...
Brotes de soya ligeramente sazonados...
Tortilla de cebollinos, deliciosa...
Cuchara y palillos de metal, una de las marcas diferenciadoras de esta cocina con respecto al resto de Asia...
El Bibimbaud...el mejor que he probado en Madrid, sólo superado por el del barrio coreano de Tokio!
¡Cocinero coreano! Pues si aquí está nuestro amigo cuyo nombre no podemos reproducir pero al que le prometimos volver...
Para terminar digestivo coreano, muy parecido al sake pero con un sabor más delicado, maravilloso cierre...
Si quieres ver más fotos búscame en www.facebook.com/circulosdefuego